CAMINO DEL CID | BIKEPACKING

Entre Barro y Estrellas: Nuestra Epopeya en el Camino del Cid

Desde la vibrante Madrid hasta las históricas tierras de Burgos, comenzamos nuestra aventura hacia el legendario Camino del Cid, un viaje que se grabaría en nuestros corazones y en nuestros muslos. Esta no es solo la historia de un viaje en bicicleta, es la crónica de la superación, de la amistad y de la inesperada bondad que encontramos en el camino.

El Desafío Comienza

Partimos con un objetivo claro: recorrer aproximadamente 700 km hasta Albarracín, y si las piernas y el tiempo nos lo permitían, volver a Madrid. Pero no todo salió según lo planeado. El primer día, esperábamos devorar 70 km de ruta, pero entre el barro y un inicio tardío, apenas logramos avanzar 40 km. Ese primer día nos enseñó que esta travesía sería tanto un reto físico como mental.

La Bondad en el Camino

Cada pedalada nos llevaba a través de la historia y la belleza natural, desde los paisajes impresionantes hasta los pueblos más bonitos de España. Pero lo que realmente marcó nuestro viaje fue la generosidad de las personas que encontramos. En cada pueblo, la hospitalidad de los locales nos proporcionó refugio, duchas, e incluso ayuda para limpiar nuestras bicicletas del implacable barro. Estos gestos de bondad se convirtieron en los faros de luz en nuestros momentos más oscuros.

Superación de Cada Obstáculo El camino estaba lleno de obstáculos, desde el barro que frenaba nuestro avance hasta el dolor físico que ponía a prueba nuestra resistencia. Sin embargo, cada desafío superado nos hacía más fuertes, más unidos. Aprendimos a reírnos del barro, a consolarnos en el dolor y a encontrar alegría en cada pequeño logro.

La Belleza del Camino A pesar de los desafíos, o quizás gracias a ellos, cada día nos regalaba momentos de pura belleza. Desde las estrellas que brillaban sobre nosotros cada noche hasta el amanecer que nos saludaba tras las montañas, la naturaleza se convirtió en nuestra cómplice. Estos momentos de conexión con el entorno son los que atesoraremos por siempre.

Conclusión: Una Aventura para Recordar Al finalizar nuestro recorrido en Cuenca, no solo habíamos recorrido kilómetros de caminos, sino que también habíamos trazado un viaje interior. Este viaje en MTB por el Camino del Cid fue más que una prueba física; fue una experiencia que nos enseñó sobre la resiliencia, la amistad y la generosidad humana. Nos despedimos de esta aventura, pero no de los recuerdos, las lecciones y las conexiones que hicimos en el camino.

Te invito a ver el video en YouTube